Querubines

Raza: Querubines
Origen: Divino
Hábitat: El Cielo
Creador: Mitología cristiana
Primera Aparición: Cupido/Kerubim y otros Cuentos
Año de Aparición: Ignorado
Editorial: Varias

Los Querubines son una raza de ángeles de la mitología cristiana, asociados en la cultura popular como bebés con alas quienes son guardianes de la gloria de Dios.

Los querubines han tenido algunas apariciones en el Mexaverso. 

Etimología

Del hebreo cherub que significa "los próximos" o "los segundos", en la angelología cristiana los querubines son guardianes de la Gloria de Dios, parte del segundo Coro angelical después de los serafines. Popularmente son asociados como bebés con alas. 

En el Clementverse se usa como sinónimo karibú, del acadio kuribu y del babilonio asirio karabu que eran seres protectores de la mitología asiria: toros alados con cara de personas. De hecho, se ha asumido que el término de cherub del hebreo proviene precisamente del karibú asirio. 

Dentro de este mismo universo, la única distinción entre karibú y querubín sería su forma. Se le llamaría querubín cuando es un bebé alado y karibú cuando es un toro. 

Historia de Publicación

Su primera aparición fue en la novela gráfica Kerubim y Otros Cuentos de Edgar Clement donde se incluyen historias como La Espada de Dios y Cupido. 

Son también mencionados en el Códex de Ángeles del Clementverse. 

Han tenido apariciones en los cómics de Pedro Larez. 

Origen de la Especie

Los querubines son una raza de ángeles creados por Dios para resguardar el Cielo y su gloria. Según el Códex de Ángeles del Clementverse pertenecen a la triada superior de ángeles encargada de proteger a Dios. 

Los querubines son así pues, a pesar de su apariencia, guerreros. Según se cuenta en Kerubim y otros Cuentos devienen del karibú asirio y originalmente tenían la forma de un toro alado con cabeza de hombre pero conforme la Iglesia Católica fue reformando su percepción de los ángeles, la de los querubines se fue deformando a adoptar la de un bebé alado. 

Según el mismo Códex, los querubines nacen cuando un serafín se encierra en una crisálida con sus alas. Un ángel preñado tendrá que adoptar la crisálida en su estómago donde el serafín se alimentará del ángel feto. Después de un tiempo el ángel pondrá un huevo y lo empollará. De él nacerá un querubín. 

Los querubines serían perseguidos por los cazadores de ángeles ya que eran sumamente demandados en el mercado de ángeles aunque usualmente se les buscara con vida. Los cazadores de ángeles usarían chínguere para atontarlos y evitar que se transformaran en su forma de toro alado. 

Los querubines capturados eran utilizados ya fuera para pornografía o prostitución criminal (y entonces se les cortan las alas), zoofilia en su forma de toro e incluso en la karibumaquia, un equivalente de la fiesta brava pero con querubines en su versión de toro. También para la adopción ilegal de niños (aunque suelen ser abandonados porque los padres no pueden controlarlos en su versión de karibú), a veces por padres homosexuales que no podrían adoptar hijos de otra forma, o también para el uso de muñecos (cadáveres de bebés utilizados para traficar droga en su interior) o para alimentarse con su carne ya que esta posee todas las propiedades normales de la de un ángel. 

En Kerubim y otros Cuentos se dice además que el Señor de los Cielos tenía un gran dominio sobre el mercado de querubines. 

En Cupido Román captura a un querubín y lo confunde con el dios del amor Cupido por lo que le pide que le dé amor. El querubín se burla y Román lo mata a golpes. 

En La Espada de Dios un par de querubines custodiaban la Espada en el infierno. El Huarache los enfrenta para hacerse con el arma y les destruye. 

Apariencia

En su forma angelical son bebés alados. En su forma más primitiva son toros alados con cabeza de animal. Los querubines pueden adoptar cualquiera de las dos. 

Características de la Especie

Son poderosos guerreros con fuerza sobrehumana, capaces de volar y sumamente rápidos. Según el libro del Apocalipsis, su velocidad es la de un relámpago. 

Cuando se sienten amenazados, asumen la forma del karibú, con la cual son más agresivos, rápidos, fuertes y violentos.